Gisele Anderson #ID

Welcome to the party...

En la vida de Gisele, todo vale. De pronto, te sonríe muy amablemente como que te desprecia al menor signo de debilidad. Porque hay pocas cosas que no soporta. Y sin lugar a dudas es eso. Para ella, la vida es mucho más sencilla. ¿Quieres algo? Tomalo. Sin pretextos, sin excusas. Simplemente, haz lo que puedas para buscar placer. En esta vida nadie regala nada. Y luego, cuando te mueras te vas a arrepentir de aquello que no hayas tomado.

Es fiel. Quizás sea demasiado fiel a los amigos. Le gustaba dar el todo por el todo. Porque aquellos que llegan a conocerla, la aman de verdad porque esconde mucha dulzura en su interior a pesar de esa fachada de chica dura que solo busca un poco de benificio.
Es Divertida. Ama la fiesta y todo lo que ello conlleva: Fiesta, alcohol, amigos. Para ella el mundo comienza a sonreir cuando las primeras luces de la  noche se encienden y el sol se apaga.
Elegante. Le gustan las cosas caras pero con glamour. No soporta estar mucho tiempo con la misma ropa. Y por eso es conocida por sus largas mañanas de sabado comprando sin parar hasta caer rendida en un restaurante cercano para comer.
Pasional. Cuando tiene un objetivo no hay muchas cosas que la detengan. Por lo que a veces, no es politicamente correcta. Pero, no le importa. Ella quiere hacer lo que quiere y cuando quiere. No espera ser perfecta. Sino, una persona que vive y sueña cada día más.
Es vengativa y rencorosa. No desearás hacerle daño porque muy pronto sufrirás una caída. Pero, es discreta. Puede atacarte de la forma que menos esperas. Pero, de una forma mortifera y sutil.
Es completa y absolutamente directa, dice las cosas a la cara de la forma más rotunda y cruel porque para ella
Alocada, irreverente, voluntariosa, una rebelde sin causa, que adora ser el punto notorio y sacar el cuerpo a bailar en un coche descapotado.
¿El amor? Esta demasiado ocupada en divertirse como para buscarlo. Pero, si tiene que llegar, llegará.
Debes de saber que ama la diversión. Que le gusta el juego con quien sea , a lo que sea y donde sea. Pero, que no puedes domesticarla. Y que le gusta llevar poca ropa y tacones muy altos cuando sale de noche. Si fuera por ella, iría a cualquier lugar con lencería fina y unos altos tacones rojos. No le gustan las ataduras y las convenciones sociales. Ella nació para correr.

Cómo llega una adorable niña del campo a ser una una chica del Pleaussure System? Bien, por increible que parezca esta es su historia.
   
   Cuando yo nací, eramos una familia de clase media. La tipica familia modelo en coleres blanco y negro. Un papá. Una mamá. Una adopción cuando pensaban que no se podía quedar embarazada. Papá llegando a las cinco de trabajar y jugando con el pequeño hasta la hora de la cena. Tartas cada tarde. Barbacoas cada domingo. Salidas con los vecinos. Pero mamá y papá tenian un secreto. Les gustaba la fiesta. Y mientras una simpatica niñera cuidaba de los niños Anderson. Ellos tenian salidas hasta el amanecer en lugares sucios y lujuriosos que camuflaban con visitas a mis abuelos. Y findes de semana de ranchos en lo que todo estaba permitido que pasaban por viajes de trabajo de papá a los que a mamá tenía que acompañar porque no sabía estar sin ella. Por eso quizás me gusta tanto la oscuridad y la luz.
En una de esas fiestas, mi padre encontró la forma de volverse inmensamente rico. No sé como. Pero pasó de ser el gerente de una tienda de juguetes. A ser el director financiero de una de las compañias más importantes de la ciudad. Y supo escalar. Nuestra comoda y  acogedora casa de tres habitaciones cambió por una mansión en las afueras con casa para invitados cuando solo tenía cinco años. Y desaparecieron las tartas, las babacoas y los juegos cuando papá llegaba de trabajar. Mamá intentó que mantuvieramos la cordura durante nuestra adolecencia que a pesar del lujo, nos matricularamos los primeros de nuestra clase. Que tuvieramos un futuro cuando el dinero que parecía infinito, desaperciera.
Las cosas le fueron mejor conmigo que con mi hermano. Su vida en el instituto fue mucho más divertida que la mia. Mientras yo quería entrar en la universidad, el solo pensaba en el número de chicas con las que se podía acostar. Se le asigno una paga mensual alta y desapareció cuando cumplió los dieciocho. No sé absolutamente  nada de él. Tampoco me interesa. No sabía practicamente nada de él. Eramos dos desconocidos. Yo no tengo familia desde que mi madre murió que era a la única a la que llamaba cada domingo para saber como estaba. Mi padre se casó con una fulana a la que se tiraba regulamente. Tiene una hija que va de super diva sexy y me parece que esta embarazada. La madre, no la hija. Aunque a la otra supongo que no le faltara mucho Tampoco me importa. Es mejor así.
Supongo que querrás saber como viví en el instituto. Fue genial. Bueno, si quitas la parte en la que casi nadie me hablaba y me pasaba el día en sudadera y vaqueros. Pero, fue  maravilloso. Tenía una amiga llamada Annie que estaba alli becada porque sacaba buenas notas. Soñabamos con nuestra primera vez. Hablabamos de clasicos hasta el amanecer. Ahora que lo pienso, quizás estuvieramos un poco enamoradas la una de la otra. Pero las dos eramos demasiado puras para dejarnos llevar. No sé que fue de ella. Fuimos a diferentes universidades. Y la gente cambia. Y yo quizás cambié demasiado.
Allí lo probé todo. Porque era una niña casta. Ni siquiera me habían besado. Janice, mi compañera de habitación, se rió cuando me vió entrar por la puerta. Era tan obvia con mis ojos atemorizados. La suerte estuvo de mi parte cuando la pusieron como mi compañera de piso. Porque si no fuera por ella, ahora mismo estaría haciendo puzzles con unos abuelos. Es broma. Pero, seguiría siendo una marginada social que lee clasicos en las cafeterías.
Así que alli estaba yo, con mi sudadera y mis vaqueros. Y una chica que no entendía la idea de un mundo en la que las mujeres no llevaran tácones. Descubrí el mundo gracias a ella. Un mundo en el cual la vida fuera tan sencilla: Acostarte con tus amigos sin drama. Fumar Maria para relajarte cuando hay examenes y beber mucho.
Y esa era mi vida. Me controlaba en época de examenes. Pero, poco. La gente tiene que mantener un status. Y siempre estaba el típico amigo que te ayudaba a conseguir las respuestas. Solo necesitaba un poco de ingenio para pasar el examen. Y sino, encontraba la forma de conseguir un sobresaliente sin esforzarme.
Los años fueron pasando y solo hubo una pequeña mancha: La muerte de Janice. Niños, no os paseis con las drogas. Un poco de María esta bien. Pero nada más. Si quereis ser adictos a algo que sea el poder, os dará más satifacciones que cualquier otra cosa. Y el poder lo consigue todo.

Despues de un par de copas de más, me vi envuelta en una sarie de lios de los cuales ni yo misma podía ni quería salir. La mafía se había empezado a apoderar de las calles. Y yo, tenía que escoger bando. No era lo suficientemente valiente como para robar o matar. Pero, era parte de aquellas fiestas de desenfreno. Conocí a gente importante. Y para el resto, solo teneis que seguirme la pista para conocerlo.