Apolo Franco Shaw 100%

Apolo es la clase de persona que no suele demostrar sus sentimientos en público. La mayor parte del tiempo se le puede ver serio. Durante su crianza le enseñaron ciertos valores que sigue manteniendo firmes, otros, prefiere hacer la vista gorda para no sentirse mal sigo mismo. Con personas cercanas a el, se le puede notar mas relajado, incluso bromista y sonriente. Pero cuando hay personas que no conoce cerca, este vuelve a ser serio y frio de tal forma que cualquiera que le mirara tendría miedo ya que suele mirar intimidante, son pocos los que pueden sostener la mirada en alto, cuando este amenaza.    


No le tiembla el pulso si debe de silenciar a alguien o a la hora de golpear a una persona, paso la mayor parte de su vida entrenando para golpear, por lo que no teme hacerlo, ese es su mundo.  Si bien cualquiera que le conoce cree que es un asesino a sangre fría, muy dentro de el es todo lo contrario, es tierno con los animales y los niños, no teme en demostrarlo, además de que es muy caballero con las mujeres. Le molesta mucho ver que alguien no respete a una dama, podría golpear a una persona solo por escuchar que este le contesta mal a una mujer.  
No soporta las injusticias, por lo que trata de mantenerse al margen de muchos asuntos de la mafia, pero cuando se solicita su presencia, es respetuoso y silencioso cuando se encuentra presente en alguna reunión.
Fiel como perro de caza, respeta a quienes le ayudaron a mantener su estilo de vida,  comienza a gustarle la vida que lleva, por lo que es fiel a la mafia y todo lo que involucra estar en ella, jamás hablaría con la policía, prefiere ir preso antes, pero no tiene piedad de los topos ni de los soplones.

Trata de trasmitirles sus valores a sus alumnos, en el gimnasio, por lo que mantiene su otra vida en secreto, eso le genera un peso extra, ya que tiene una doble vida, una en la que le conocen como Apolo y otra en la que le conocen como franco, es por eso, que muchas veces siente que tiene una doble personalidad marcada.
Durante el día es Franco, el instructor de artes marciales mixtas, siempre sonriente y bueno con las personas, mientras que por las noches es Apolo, un miembro de la mafia que se involucra en combates clandestinos y es un ayudante firme de una de las mafias más poderosas de la ciudad.  Cualquiera podría pensar que está loco, pero aun que no lo crean el separar el día de la noche, le mantiene bastante cuerdo.
Temerario siembre va para adelante, cuando se propone algo, es de quienes lo logran, no le teme a nada, ni a la mafia, algo que no le juega en contra, mientras que se mantenga sobre una misma línea, pero no se siente presionado por la mafia, para el es solo una vida momentánea y cree que puede dejarla cuando quiera, pero como ya dijimos le gusta su estilo de vida.

No teme a enamorarse, solo que no llego la mujer indicada, ya por el estilo de vida que lleva, suele conocer mujerzuelas nocturnas, más que mujeres estables para una vida cotidiana.  Espera paciente a que algún día su corazón se abra a alguna mujer, mientras tanto disfruta de los placeres que la noche pueda brindar.

Apolo Franco, nació en una familia típica de estados unidos, nieto de inmigrantes irlandeses. Solo que con la diferencia de que su padre, era un gran maestro, en varias disciplinas marciales, por lo que creció aprendiendo las mismas, y a muy temprana edad, alcanzo la cima en las competencias, tanto mundiales como regionales.  Durante toda su vida soporto la presión que ser un Shaw demandaba. Debía de ser el mejor siempre ser el mejor y lo logro porque siendo apenas un adolecente de 15 años, era uno de los mejores luchadores en la rama del jujistsu y el kick boxig. Una joven máquina de matar, diría cualquiera. La vida no estaba destinada para ser feliz, ya que a poco tiempo de ser un campeón, su madre muere por un cáncer de páncreas, incurable y que aparte se robo su vida en muy poco tiempo, siendo de los más caros el tratamiento y sin seguro médico, la familia Shaw se endeudo al punto de tener que hipotecar el gimnasio de la familia, uno que había sido heredado durante años de generación en generación. El padre de Apolo, le obligo a inscribirse en más competencias, solo por los premios monetarios. Pero el joven Apolo no pudo con tanta presión y en su última competencia oficial, fue descalificado por exceso de contacto, ya que se había desquitado con su oponente rompiendo sus huesos a patadas, de ahí su apodo “Apolo el rompe huesos”.

Este ultimo suceso, creo un abismo entre padre eh hijo, el padre de Apolo se hundió en el alcohol, mientras que su hijo joven de 17 años se hacía cargo del gimnasio y los estudiantes, tanto adultos como jóvenes.  Esto provoco mala vista para los estudiantes, por lo que muchos dejaron de asistir a los entrenamientos, puesto que no confiaban en que les enseñe un niño que  perdía el control fácilmente tanto en los entrenamientos como en las competencias.  El dinero no aparecía y las deudas crecían a tremenda velocidad, como su esto no fuera poco, el padre de Apolo muere en un accidente de auto una madrugada, un camión de basura al cual le fallaron los frenos, término por llevarse la vida del sufrido señor Shaw.

Apolo con 18 años, estaba endeudado, si bien el seguro de vida de su padre, logro pagar la hipoteca del gimnasio, este se había quedado sin estudiantes, por lo que las cuentas no se podían pagar. Una oportunidad se le presento al joven, una con la que podría volver a vivir cómodamente, pero debía de sacrificar su salud física y mental a largo plazo. Las peleas callejeras, o clandestinas, eran un negocio oscuro y no de fácil acceso. Si bien la reputación del joven le precedía, este comenzó a luchar en peleas de baja calidad, donde los oponentes eran mediocres y terminaban al poco tiempo de comenzar, como si fuera que le ponían niños delante, Apolo les noqueaba en pocos segundos. Esto le lleno los bolsillos de dinero, pero no era suficiente para él, tenía mucho odio reprimido dentro.  Las categorías fueron mejorando y cada vez sus peleas eran más llamativas para quienes apostaban.  Logro ingresar a un circuito privado de lucha clandestina, donde los mafiosos pasaban su tiempo viendo violencia, en esas reuniones se podía observar tanto peleas de gallos, como de perros y otras variedades, pero el espectáculo principal siempre era el de la lucha libre, a veces en jaulas, a veces a sangre fría, se podía decir que eran para todos los gustos.  Este fue el momento que marcaria un antes y un después en la vida de Apolo, ya que fue adoptado por una de las mafias más poderosas de la ciudad, estos le vistieron, pagaron sus cuentas, a cambio de eso, el debía de estar siempre disponible para ellos, tanto para pelear por dinero, como para entrenar a sus miembros en el gimnasio, entre otras cosas, también le llamaban para ser seguridad, en cierta forma, Apolo era un miembro de la mafia. Fue entonces donde Apolo decidió cambiar su nombre a Franco, durante el día, ya que sabía que su nombre de Apolo era oscuro. Los alumnos de él, ajenos en la mafia le conocían por ese nombre, y él se hacía llamar a si, cuando se presentaba con personas nuevas.  Apolo lleva entregados al menos 9 años a la mafia, vive cómodamente con su estilo de vida, no tiene quejas con ella, pero nadie sabe cuánto tiempo un ser humano puede sobrellevar una doble vida, por lo que nada está dicho y nadie sabe que podría suceder en la vida de este joven.