Heinrich A. Schultz

Heinrich o Rick para la gente que le conoce, no es muy difícil de conocer, es un chico normal y corriente, amable y simpático, muy agradable de tratar y que siempre ayuda a quien lo necesita, en gran parte por eso, se hizo policía. No tiene pelos en la lengua, dice la verdad aunque esta no sea del agrado de quien escucha y además se puede llegar a poner histérico cuando le dicen que miente, si él sabe que tiene razón, no se achanta ante nadie y no le tiene miedo a casi nada. Como policía de Chicago, no se deja sobornar, ni cae bajo el efecto de las presiones, es un policía que se hace odiar más por sus enemigos, que alegrarse de verlo como policía destinado para ese caso.

No tolera las injusticias y por eso nunca abusa del poder que conlleva la placa, simplemente intenta hacer su trabajo bien, para tener bien contentos a sus jefes y así tener a todo el mundo contento, aunque es complicado, porque sabe que con la mafia que hay en la ciudad, algunos de sus compañeros se veían corrompidos por el poder y el dinero, traicionando a la ley por la que trabajan. Cuando se enfada, puede llegar a ser un auténtico cabronazo, pero solo si se le provoca hasta el límite, no va con él eso, cuando simplemente se enfada un poco, él mismo intenta relajarse, para no tener que explorar nunca. Sentimentalmente ha tenido más relaciones esporádicas que duraderas, a las chicas los policías les atraen para una noche, pero para una larga relación es difícil convivir con un policía por lo que implica y como se la juegan a veces.

Hijo de padre alemán que a muy temprana edad llegó a Chicago con sus padres, conoció a una mujer del país y crearon un vínculo muy estrecho, llegando a casarse en pocos años y además a tener un hijo al cabo de poco tiempo, llamado Heinrich Albert Schultz, aunque siempre le llamaban Rick. Des de pequeño le enseñaron que debía ser una buena persona, que debía ayudar a los demás y a pesar de que ellos trabajaban ambos en un comercio por cuenta ajena, le dieron todo lo que podían permitirse a Rick, quien a medida que iba creciendo, demostraba más claro que quería ser policía, pero en su casa no había tanto dinero como para ello.

No tuvo remedio y al terminar los estudios, antes de poder presentarse a las pruebas para hacer carrera como policía, tuvo que trabajar todo un año, en dos trabajos entre semana y un tercero los fines de semana, sabe lo que es haber trabajado duro, pero pudo convertirse en policía gracias a ello y es la mejor decisión que había tomado en la vida, actualmente trabaja como patrulla por las calles de Chicago, siempre que hay algún problema en alguna calle y él está cerca, llega el primero.